La Semana Mundial de la Inmunización, celebrada en la última semana de abril (del 24 al 30), tiene por objetivo fomentar el uso de las vacunas para proteger a las personas de cualquier edad contra varias enfermedades.
Protección durante toda la vida
Está ampliamente aceptado que la inmunización es una de las intervenciones sanitarias más costoeficaces y con más éxito. Cada año evita entre 2 y 3 millones de muertes, y en la actualidad protege a los niños no solo frente a enfermedades para las cuales hay vacunas desde hace muchos años, como la difteria, el tétanos, la poliomielitis o el sarampión, sino también frente a otras, como la neumonía o la diarrea por rotavirus, dos de las principales causas de muerte en menores de 5 años. Gracias a nuevas vacunas, los adolescentes y los adultos también pueden protegerse frente a enfermedades potencialmente mortales, como la gripe, la meningitis o algunos cánceres (del hígado y del cuello uterino).
Sin embargo, 1 de cada 5 niños todavía no son vacunados: se calcula que en 2013, 21,8 millones de lactantes no recibieron vacunas que podrían salvarles la vida. A ello contribuyen el suministro insuficiente de vacunas, la falta de acceso a los servicios de salud, la escasez de información exacta acerca de la inmunización y el insuficiente apoyo político y financiero.
Cerrar las brechas en inmunización
La Semana Mundial de la Inmunización 2015 marcará una renovación de los esfuerzos mundiales, regionales y nacionales por acelerar medidas que aumenten la concienciación y la demanda de vacunaciones por parte de las comunidades y que mejoren los servicios de vacunación.
La campaña de este año está centrada en cerrar las brechas en inmunización y en lograr la equidad con respecto a los niveles de inmunización tal como queda reflejado en el Plan de Acción Mundial sobre Vacunas. El Plan, aprobado por los 194 Estados Miembros de la OMS en la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2012, es un marco destinado a evitar millones de muertes de aquí a 2020 mediante el acceso universal a las vacunas.
Los objetivos del Plan de Acción Mundial sobre Vacunas consisten en:
reforzar la inmunización sistemática para alcanzar las metas en materia de cobertura vacunal;
acelerar el control de las enfermedades prevenibles mediante vacunación, tomando la erradicación de la poliomielitis como primer hito;
introducir vacunas nuevas y mejoradas, y
estimular la investigación y el desarrollo de la próxima generación de vacunas y tecnologías.