Cuando hablamos de salud mental nos referimos al bienestar emocional, psíquico y social que nos permite encarar los desafíos de la propia vida y de la sociedad en la que vivimos. Es la capacidad que cada persona tiene de relacionarse con los otros y con su comunidad, su familia y su entorno en general. Pero sobre todo es un derecho humano. Dignidad y Salud Mental es el lema de este año propuesto por la Organización Mundial de la Salud.
En el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se afirma que:
"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos". En el Preámbulo de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad se declara que:
"...la discriminación contra cualquier persona por razón de su discapacidad constituye una vulneración de la dignidad y el valor inherentes del ser humano".
¿Qué es la dignidad?
La dignidad se refiere al mérito y el valor inherentes de una persona y está estrechamente vinculada con el respeto, el reconocimiento, la autoestima y la posibilidad de tomar decisiones propias. Poder vivir con dignidad emana del respeto de los derechos humanos básicos, en particular:
- la protección contra la violencia y el abuso;
- la protección contra la discriminación;
- la autonomía y libre determinación;
- la inclusión en la vida de la comunidad; y
- la participación en la formulación de políticas .
Muchas personas con trastornos mentales ven pisoteada su dignidad. Con frecuencia son encerradas en instituciones donde quedan aisladas de la sociedad y sujetas a tratos inhumanos y degradantes.
Muchas sufren maltrato físico y emocional, abusos sexuales y abandono en hospitales y cárceles, pero también en el seno de sus comunidades.
A menudo se les priva del derecho de tomar decisiones por sí mismas. A muchas se les niega sistemáticamente el derecho de tomar decisiones sobre la atención y tratamiento de salud mental que reciben, el lugar donde quieren vivir y sus asuntos personales y financieros.
Se les niega el acceso a atención general y de salud mental. En consecuencia, tienen más probabilidades de morir prematuramente, en comparación con la población general.
A menudo se les priva de acceso a la educación y a oportunidades de empleo. La estigmatización y las ideas erróneas sobre los trastornos mentales implican que esas personas también sufren discriminación en el mundo laboral y se les niegan oportunidades de trabajar y ganarse la vida. Los niños con trastornos mentales también quedan con frecuencia excluidos de oportunidades educativas. Esto desemboca en marginación y en la exclusión de oportunidades laborales en etapas posteriores de la vida.
Se les impide integrarse plenamente en la sociedad. Se les niega la posibilidad de participar en asuntos públicos, de votar o presentarse a cargos públicos. No se les da la oportunidad de intervenir en la adopción de decisiones sobre cuestiones que les afectan, como reformas normativas, legislativas o de servicios en relación con la salud mental. Además, con frecuencia se les niega el acceso a actividades recreativas y culturales.
¿Cómo podemos promover los derechos y la dignidad de las personas con trastornos mentales?
Es necesario ofrecer en el sistema de atención de salud mejor apoyo y cuidados a las personas con trastornos mentales de las siguientes formas:
ofreciendo servicios comunitarios que partan de un enfoque de recuperación que inspire esperanza y apoye a las personas a conseguir sus objetivos y aspiraciones;
respetando la autonomía de las personas, en particular su derecho a tomar sus propias decisiones sobre el tratamiento y la atención que reciben; y
garantizando el acceso a atención de buena calidad que promueva los derechos humanos, sea receptiva a las necesidades de las personas y respete sus valores, decisiones y preferencias.
En la comunidad es necesario:
- apoyar a las personas con trastornos mentales para que participen en la vida de la comunidad y reconocer el valor de su contribución;
- respetar su autonomía para tomar decisiones por sí mismas, en particular sobre la manera en que decidan vivir y sus asuntos personales y financieros;
- garantizar su acceso a empleo, educación, vivienda, apoyo social y otras oportunidades; e
- incluir a las personas en la adopción de decisiones sobre cuestiones que les afectan, como reformas normativas, legislativas y de servicios en relación con la salud mental.
¿Qué hace la Organización Mundial de la Salud para promover la dignidad de las personas con trastornos mentales?
A través del proyecto Calidad y Derechos, la OMS se compromete a velar por que la dignidad de las personas con trastornos mentales se respete en todo el mundo.
El proyecto Calidad y Derechos promueve la dignidad:
Favoreciendo la inclusión política y social: colaborando con los gobiernos, los profesionales de la salud, las familias y las personas con trastornos mentales para dar voz a las opiniones de estas últimas en el ámbito normativo, de servicios y comunitario.
Promoviendo un enfoque de recuperación con respecto a la atención de salud mental: significa mucho más que simplemente tratar los síntomas. Significa fortalecer la capacidad de los agentes de salud mental para apoyar a las personas con trastornos mentales a fin de que puedan hacer realidad sus esperanzas y sueños, trabajar, disfrutar de familia y amigos, y vivir una vida plena y satisfactoria en su comunidad.
Apoyando la capacitación en materia de derechos humanos y la creación de capacidad: en el marco del proyecto Calidad y Derechos se han elaborado programas de formación para fortalecer la capacidad de las familias y los profesionales sanitarios de entender y promover los derechos de las personas con trastornos mentales, y cambiar las actitudes y prácticas hacia ellas.
Alentando la creación y fortalecimiento de grupos de apoyo mutuo y organizaciones de la sociedad civil: Calidad y Derechos ayuda a las personas con trastornos mentales y a sus familias a sentirse conectados mediante relaciones de apoyo mutuo y les da la oportunidad de promover los derechos y la dignidad de las personas con trastornos mentales.
FUENTE: Organización Mundial de la Salud