El planeta Tierra posee un balance energético que genera condiciones de temperatura estables a lo largo del tiempo, es el Sol quien emite radiaciones electromagnéticas que son absorbidas por la tierra generando calor. Parte de esas radiaciones son reflejadas por la Tierra, hacia el espacio manteniéndose así el balance energético.
El planeta tiene temperaturas extremas que varían desde los 55°C y - 60°C, siendo el promedio general en todo el globo de 14ºC. El cambio climático afecta el balance energético modificando la temperatura de la Tierra. Lo que se conoce como cambio climático se puede sintetizar de la siguiente manera: a partir de la Revolución Industrial, ha habido un aumento de emisiones de gases denominados GEI - Gases de efecto invernadero (CO2, metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y halocarbonos (gases que contienen flúor, cloro o bromo), estos gases, junto con el vapor de agua, causan el Efecto Invernadero. Esto impide que la radiación reflejada por la tierra, escape hacia el espacio transformándose en calor. El calor contenido en la atmósfera genera un aumento de la temperatura en la Tierra, conocido como Calentamiento Global.
Según datos de la NASA, el aumento de temperatura desde la década del 1960 al 2010, tuvo un incremento de 0,6 ºC, modificando la temperatura promedio de la Tierra de 14ºC a 14,6ºC. Esta diferencia, aunque paraezca pequeña, ya ha comenzado a generar las consecuencias del cambio climático que se traducen en mayores precipitaciones, sequias, deshielos, granizos, huracanes, tornados y demás desastres climatológicos.
Las proyecciones futuras de aumento de temperatura no son alentadores, puesto que se estima un aumento para todo el planeta de unos 3ºC en promedio, variando según el escenario propuesto, entre las más optimistas, de 1.6ºC y las más pesimistas, de 7.4ºC (Potsdam Institute for Climate Impact Researc).
El ciclo solar y su aporte de fenómenos meteorológicos
Si bien es motivo de discusión en la comunidad científica la relación entre el ciclo solar y sus manifestaciones en la Tierra, esta condición puede ser un punto a considerar. El flujo de radiación solar que llega a la Tierra no es siempre constante, sino que varía de forma cíclica cada 11 años, debido a reacciones internas del sol. Se lo puede representar de forma gráfica como una campana en donde llega al nivel máximo de intensidad de radiación en la cúspide de la campana, justo a la mitad de cada ciclo solar. El ciclo anterior (denominado ciclo Nº 23) se desarrolló desde el año 1996 hasta 2006 llegando al máximo de actividad solar entre el 2000 y el 2002. El ciclo solar actual (Nº 24) comenzó en el 2008 y durará hasta el 2018, donde la mayor actividad solar estará dada entre el 2012 y el 2014.
Más allá de la consideración de que los fenómenos solares puedan ser relevantes, es cierto que los gases de efecto invernadero, son los responsables del aumento de temperatura y devienen mayormente de la actividad antrópica. Por tal motivo, es primordial que las conductas de los seres humanos comiencen a cambiar, principalmente minimizando el consumo de los combustibles fósiles mediante la incorporación de nuevas fuentes de energía amigables con el ambiente.
Los sucesos recientes en la ciudad de La Plata, donde en una precipitación se registraron 180 mm, (Registro tomado a las afueras de la ciudad, por el servicio meteorológico nacional, otros observatorios dentro de la ciudad, aunque no homologados, registraron 390 mm), no se puede definir de forma clara que es consecuencia directa del calentamiento global, pero sí es cierto que se puede atribuir a determinadas conductas humanas. El crecimiento de las ciudades genera grandes demandas energéticas que se traducen en mayor circulación de vehículos alimentados por combustibles fósiles, mayores gastos de energía en iluminación, calefacción, aires acondicionados y demás, sumado a la gran cantidad de construcciones de hormigón y calles pavimentadas, que concentran el calor y lo irradian de forma lenta durante la noche ocasionando la denominada “Isla de calor”. La isla de calor aumenta la condensación atmosférica produciendo lluvias más intensas y en menor tiempo, ocasionando la saturación de los desagües pluviales que son los que conducen el agua de la lluvia hacia un cuerpo de agua. Estos acueductos colmatados producen que el agua se desborde y quede acumulada por un tiempo en la cuidad, produciendo los desastres que son de público conocimiento. (continúa)
Es importante destacar también las conductas de los ciudadanos, y su relación con la eliminación residuos sólidos domiciliaros, que muchas veces, son eliminados en lugares donde no corresponde o son depositados en la vereda con mucha anticipación al horario de la recolección. Esta situación ocasiona que los residuos se acumulen en las bocas de tormenta e impiden que el flujo de agua de la lluvia ingrese rápidamente los desagües pluviales, agravando aún más el problema.
Por lo tanto, habrá que considerar a la hora de realizar un ordenamiento territorial en las ciudades que el calentamiento global es un hecho, que la isla de calor se da en varias ciudades del mundo, que si se construyen más edificios, más cuadras pavimentadas y sabiendo que habrá una mayor intensidad de precipitaciones, se deberán realizar desagües pluviales de mayores dimensiones para poder drenar de forma rápida y efectiva el volumen de agua.
Pero principalmente, es menester de gobernantes y ciudadanos tomar conciencia que el ambiente en el que nos desarrollamos debe ser cuidado. Para ello se deberá partir desde propiciar un cambio de conducta, basándose estrategias de ordenamiento del territorio considerando las nuevas condiciones del planeta, manteniendo grandes espacios verdes en las ciudades, así como también, fomentar el consumo de energías renovables y mediante ello cuidar nuestro ambiente y nuestra salud.
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Fuente: UNER Noticias